miércoles, 12 de septiembre de 2012

Quinta obra(Los rios profundos)

Análisis literario
Los ríos profundos
·         Titulo de la  obra: La ciudad y los perros
·         Autor: José María Arguedas
·         Género: Literario
ü  Especie: Novela
·         Idea principal: Para mí la idea principal seria que no debemos ser racistas , porque todos somos iguales y no importa el color la raza  ni nada, en este mundo todos somos iguales y nadie es diferente ante Dios.
·         Idea secundaria: Para mí la idea secundaria seria que, todos debemos querernos así no seamos del mismo color de piel.
·         Personajes:
ü  Principales: Arturo, Leonor, Elisabeth y Sheila.
ü  Secundarios: La camarera , la señora Pérez
·         Comentario:
No debemos discriminar a las personas por su color de piel o su color de raza.
·         Moraleja:
En este mundo todos debemos de valorarnos unos mismos y no pelearnos los unos a los otros.
·         Resumen:
I.- EL VIEJO
El relato empieza cuando el narrador (Ernesto) cuenta su llegada al Cusco, acompañando a su padre Gabriel, quien era abogado y viajaba continuamente buscando dónde ejercer su profesión. En la antigua capital de los incas visitan a un pariente rico al que conocen como El Viejo, para solicitarle alojamiento y trabajo, pero este resulta ser un tipo avaro, hosco y con fama de explotador, por lo que deciden abandonar la ciudad y buscar otros rumbos. Pero antes pasean por la ciudad. Ernesto se deslumbra ante los majestuosos muros de los palacios de los incas, cuyas piedras finamente talladas y perfectamente encajadas le parecen que se mueven y hablan. Luego pasan frente a la Iglesia de la Compañía y visitan la Catedral, donde oran frente a la imagen del Señor de los Temblores. Allí se encuentran nuevamente con el Viejo, quien estaba acompañado de su sirviente indio o pongo, símbolo de la raza explotada. Ernesto no puede contener el desagrado que le produce el Viejo y lo saluda secamente.
·         II.- LOS VIAJES
·         En este capítulo el narrador relata los viajes de su padre como abogado itinerante por diversos pueblos y ciudades de la sierra y de la costa, viajes en los que le acompaña desde muy niño. Cuenta anécdotas curiosas que les toca vivir a ambos en algunos pueblos. Llegan por ejemplo a un pueblo cuyos niños salían al campo a cazar aves para que no causaran estragos en los trigales. En ese mismo pueblo, había una cruz grande en la cima de un cerro, que durante una festividad religiosa era bajada por los indios en hombros. En otra ocasión llegan a Huancayo, donde casi se mueren de hambre pues sus habitantes, que odiaban a los forasteros, impidieron que los litigantes (clientes) fueran a verles. En otro pueblo las personas les miran con rabia, a excepción de una joven alta y de ojos azules, que parecía más amigable. Ernesto se venga en esa ocasión cantando huaynos a todo pulmón en las esquinas. En Huancapi, cerca de Yauyos, contempla cómo unos loros que posaban en los árboles son muertos a balazos por unos tiradores, siendo lo extraño que dichas aves no se animaran a alzar vuelo y cayeran así mansamente, una tras otra. De allí pasan a Cangallo y siguen hacia Huamanga, por la pampa de los morochucos, célebres jinetes de quienes se decía que eran descendientes de los almagristas.
·         III.- LA DESPEDIDA
·         Cuenta el narrador cómo su padre le promete que sus continuos viajes acabarían en Abancay, pues allí vivía un notario, viejo amigo suyo, quien sin duda le recomendaría muchos clientes. También le promete que le matricularía en un colegio. Llegan pues a Abancay y se dirigen a la casa del notario, pero éste resultó ser hombre enfermo y ya inútil para el trabajo, y para colmo, con una mujer e hijos pequeños. Descorazonado, el padre prefiere alojarse en una posada, donde coloca su placa de abogado. Pero los clientes no llegan y entonces decide reemprender sus viajes. Pero esta vez ya no le podrá acompañar Ernesto, pues ya estaba matriculado de interno en un colegio de religiosos de la ciudad, cuyo director era el Padre Linares. Su decisión se apresura cuando un tal Joaquín, un hacendado de Chalhuanca, llega a Abancay a solicitarle sus servicios profesionales. Ernesto se despide entonces de su padre y se queda en el internado.
·         IV.- LA HACIENDA
·         En este capítulo el narrador cuenta la vida de los indios de la hacienda colindante a Abancay, Patizamba, a donde solía ir los domingos tras salir del internado, pero a diferencia de los indios con quienes había pasado su niñez, estos parecían muy huraños y vivían encerrados. Relata también las misas oficiadas por el Padre, y como éste predicaba el odio hacia los chilenos y el desquite de los peruanos por la guerra de 1879 (recordemos que eran los años de 1920, en plena tensión peruano-chilena por motivo del litigio por Tacna y Arica) y elogiaba a la vez a los hacendados, a quienes calificaba como el fundamento de la patria, pues eran, según su juicio, los pilares que sostenían la riqueza nacional y los que mantenían el orden.
·         V.- PUENTE SOBRE EL MUNDO
·         El título de este capítulo alude al significado del nombre quechua de Pachachaca, el río cercano a Abancay, sobre el cual los conquistadores españoles construyeron un puente de piedra y cal que hasta hoy sobrevive. Con la esperanza de poder encontrar a algún indio colono de la hacienda, Ernesto aprovecha los domingos para visitar Huanupata, el barrio alegre de Abancay, poblado de chicherías, arrabal pestilente donde también se podían encontrar mujeres fáciles. Para su sorpresa no encuentra a ninguno de los colonos, y solo ve a muchos forasteros y parroquianos. De todos modos continua frecuentando dicho barrio, pues los fines de semana iban allí músicos y cantantes a tocar arpa y violín y cantar huaynos, lo que le recordaba mucho a su tierra. Luego pasa a describir la vida en el internado; en primer lugar cuenta como el Padre organizaba a los alumnos en dos bandos, uno de «peruanos» y otro de «chilenos» y lo hacía enfrentar en el campo, a golpes de puño y empellones, como una manera de «incentivar» el espíritu patriótico. Luego menciona a los alumnos, refiriendo sobre sus orígenes y características: el Lleras y el Añuco, que eran los más abusivos y rebeldes de los alumnos; el Palacitos, el de menor edad, y a la vez el más tímido y débil de todos; el Romero, el Peluca y otros más. También se menciona a una joven demente, la opa Marcelina, que era ayudante en la cocina y que solía ser desnudada y abusada sexualmente por los alumnos mayores, sobre todo por el Lleras y el Peluca. El Lleras incluso trata de forzar al Palacitos para que tenga relaciones sexuales con la opa, mientras ésta era sujetada en el suelo con el vestido levantado hasta el cuello. El Palacitos se resiste, llorando y gritando. El Romero, hastiado de los abusos del Lleras, le reta a pelear, pero el encuentro no se produce.
·         VI.- ZUMBAYLLU
·         Esta vez Ernesto relata como uno de los alumnos, el Ántero o Markask’a, rompe la monotonía de la escuela al traer un trompo muy peculiar al cual llaman zumbayllu, lo que se convierte en la sensación de la clase. Para los mayores solo se trata de un juguete infantil pero los más chicos ven en ello un objeto mágico, que hace posible que todas las discusiones queden de lado y surja la unión. Ántero le regala su zumbayllu a Ernesto y se vuelven desde entonces muy amigos. Ya con la confianza ganada, Ántero le pide a Ernesto que le escriba una carta de amor para Salvinia, una chica de su edad a quien describe como la niña mas linda de Abancay. Luego, ya en el comedor, Ernesto discute con Rondinel, un alumno flaco y desgarbado, quien le reta a una pelea para el fin de semana. Lleras se ofrece para entrenar a Rondinel mientras que Valle alienta a Ernesto. En la noche, los alumnos mayores van al patio interior; allí el Peluca tumba a la opa Marcelina y yace con ella. De lejos, Ernesto ve que el Lleras y el Añuco amarran sigilosamente algo en la espalda del Peluca. Cuando éste vuelve al dormitorio, Ernesto y el pampachirino se espantan al ver unas tarántulas o apasankas atadas en su saco, pero los otros internos se ríen; el mismo Peluca arroja y aplasta sin temor a los bichos.
·         VII.- EL MOTIN
·         A la mañana siguiente, Ernesto le entrega a Ántero la carta que escribió para Salvinia; Ántero la guarda sin leerla. Luego le cuenta a su amigo su desafío con Rondinel. Ántero se ofrece para amistarlos y lo logra, haciendo que los dos rivales se den la mano. Luego todos se van a jugar con los zumbayllus. Al mediodía escuchan una gritería en las calles y divisan a un tumulto conformado por las chicheras del pueblo. Algunos internos salen por curiosidad, entre ellos Ántero y Ernesto, que llegan hasta a la plaza, la que estaba copada por mujeres indígenas que exigían que se repartiera la sal, pues a pesar de que se había informado que dicho producto estaba escaso, se enteraron que los ricos de las haciendas las adquirían para sus vacas. Encabezaba el grupo de protesta una mujer robusta llamada doña Felipa, quien conduce a la turba hacia el almacén, donde encuentran 40 sacos de sal cargados en mulas. Se apoderan de la mercancía y lo reparten entre la gente. Felipa ordena separar tres costales para los indios de la hacienda de Patibamba. Ernesto la acompaña durante todo el camino hacia dicha hacienda, coreando los huaynos que cantaban las mujeres. Reparten la sal a los indios, y agotado por el viaje Ernesto se queda dormido. Despierta en el regazo de una señora blanca y de ojos azules, quien le pregunta extrañada quién era y qué hacía allí. Ernesto le responde que había llegado junto con las chicheras a repartir la sal. Ella por su parte le dice que es cusqueña y que se hallaba de visita en la hacienda de su patrona; le cuenta además cómo los soldados habían irrumpido y a zurriagazos arrebataron la sal a los indios. Ernesto se despide cariñosamente de la señora y luego se dirige hacia el barrio de Huanupata, donde se mete en una chichería para escuchar a los músicos. Al anochecer le encuentra allí Ántero, quien le cuenta que el Padre Linares estaba furioso por su ausencia. Ambos van a la alameda a visitar a Salvinia y a su amiga Alcira; ésta última estaba interesada en conocer a Ernesto, según Ántero. Pero al llegar solo encuentran a Salvinia, quien se despide al poco rato pues ya era tarde. Ántero y Ernesto vuelven al colegio.
·         VIII.- QUEBRADA HONDA.
·         Ya en el colegio Ernesto es llevado por el Padre a la capilla. Luego de azotarlo el Padre le interroga severamente. Ernesto se atreve a responderle que solo había acompañado a las mujeres para repartir la sal a los pobres. El Padre le replica diciéndole que aunque fuese por los pobres se trataba de un robo. Finalmente castiga a Ernesto prohibiéndole sus salidas del domingo. Al día siguiente Ernesto acompaña al Padre al pueblo de los indios de la hacienda. El Padre se sube a un estrado y empieza a sermonear a los indios en quechua. Les dice que todo el mundo padece, unos más que otros, pero que nada justifica el robo, que el que roba o recibe lo robado es igual condenado. Pero se alegraba que ellos hubieran devuelto la mercancía y que ahora la recibirían en mayor cantidad. Ante esta prédica ardiente las mujeres rompen en llanto y todos se arrodillan. Terminada su prédica, el Padre ordena a Ernesto volver al colegio, mientras que el se quedaría a dar la misa. Ernesto aprovecha para averiguar sobre la señora de ojos azules. El mayordomo de la hacienda le responde que conocía a la tal señora pero que ella se iría con su patrona al día siguiente, por temor al arribo del ejército, que venía a imponer el orden. Ernesto regresa al colegio y le recibe el hermano Miguel, quien le da el desayuno y le cuenta que esa mañana dedicaría a los alumnos a jugar voley en el patio. Luego irrumpe Ántero trayendo un Winku, un trompo o Zumbayllu especial, al cual calificaba de layka o «brujo» por tener, según su creencia, propiedades mágicas, como enviar mensajes a personas lejanas. Convencido, Ernesto hace bailar el winku mandándole un mensaje a su padre, diciéndole que estaba soportando bien la vida en el internado. Entretenidos estaban así cuando de pronto oyen gritos en el patio. Se acercan y ven al hermano Miguel ordenando caminar de rodillas al Lleras, de quien manaba sangre por la nariz. Se enteran que el Lleras había primero empujado al hermano insultándole soezmente, solo porque le había marcado un en el juego; en respuesta el hermano le dió un puñetazo tumbándolo al suelo. En medio del tumulto arriba el Padre director, quien pregunta qué ocurría. El hermano Miguel, luego de contar el incidente, explica que reaccionó así al ver mancillado en su persona el hábito de Dios. El Padre ordena al Lleras a ir a la capilla; los demás internos se quedan en el patio y discuten entre ellos; el Palacitos teme que ocurra una desgracia en el pueblo por la ofensa hecha a un religioso; el Valle y el Chipro se pelean, quedando muy malparado el primero. Al día siguiente se esparce la noticia de que el ejército entraría en Abancay para imponer orden. El Padre ordena que todos los alumnos se reconcilien con el hermano Miguel, quien les pide perdón y abraza a cada uno de ellos, pero cuando se acerca al Lleras, éste le hace un gesto de repulsión y se corre a esconderse. No lo vuelven a ver más; después supieron que aquella misma noche huyó del colegio. El Añuco también se alista para irse del colegio, aunque reconciliado con todos. El Palacitos se alegra pues cree que con la reconciliación ya no ocurrirán más desgracias en el pueblo.
·         IX.- CAL Y CANTO
·         A la ciudad llega un regimiento de soldados para reprimir a las indias revoltosas. Los soldados ocupan las calles y plazas. Instalan el cuartel en un edificio abandonado. Ernesto pide al Padre que lo dejara regresar donde su papá, pero el Padre se niega, dándole permiso en cambio para salir el sábado a la ciudad, con el Ántero. Ernesto le pide al Romerito que por medio del canto de su rondín envíe un mensaje a su padre. Los alumnos comentan los chismes de la ciudad: las chicheras capturadas son azotadas en el trasero desnudo, y al responder a los militares con su lenguaje soez, les meten excremento en la boca. Cuentan también que doña Felipa y otras chicheras habían huido cruzando el puente del Pachachaca, donde dejaron a una mula degollada, con cuyas tripas cerraron el paso atándola a los postes. La cabecilla dejó su rebozo en lo alto de una cruz de piedra, a manera de provocación. Al acercarse los soldados, estos reciben disparos de lejos y no se atreven por lo pronto a perseguirlas, pues las chicheras ya iban con ventaja. Llegado el sábado, Ernesto y Ántero conversan en el patio del colegio. Ántero cuenta que el Lleras había huido del pueblo, junto con una mestiza; el Ernesto señala que no podría seguir más allá del Apurímac pues el sol lo derretiría. En cuanto al Añuco, comentan que los Padres planeaban hacerle fraile. También mencionan el temor de la gente de que doña Felipa retornase con los chunchos (selváticos) a atacar las haciendas y revolver a los colonos; ante esa situación, el Ántero dice que estaría de parte de los hacendados. Ambos van a la alameda, a visitar a Salvinia y a su amiga Alcira. Al ver a esta última, Ernesto nota que se parecía mucho a Clorinda, una jovencita del pueblo de Saisa, de quien en su niñez se había enamorado y de la que jamás volvió a saber. Pero nota que Alcira tiene las pantorrillas muy anchas y eso le desagrada. Al poco rato Ernesto se despide, y corriendo llega al barrio de Huanupata, metiéndose en una chichería, que estaba llena de soldados. Uno de estos afirma que Felipa estaba muerta. Cuando Ernesto pregunta a una de las mozas si era cierto eso, ésta se ríe y lo empuja, botándole de la chichería. Ernesto se va corriendo hacía el puente del Pachachaca, para ver los restos de la mula muerta y el rebozo de doña Felipa que flameaba en la cruz. Al llegar, divisa al padre Augusto que bajaba cuesta abajo, seguido sigilosamente por la opa Marcelina. Ésta, al ver el rebozo, se detiene frente la cruz. Se sube en ella y ya con la prenda en su poder se deja caer, resbalando hasta el suelo. Se coloca el rebozo con alegría y continúa siguiendo al padre Augusto, quien iba a dar misa a Ninabamba, una hacienda aledaña. Ernesto retorna a la ciudad y ya al atardecer regresa al colegio donde se entera que al día siguiente partiría Añuco hacia el Cuzco.
·         X.- YAWAR MAYU
·         Los alumnos se enteran que la banda del regimiento dará retreta en la plaza de la ciudad después de la misa del día siguiente, domingo. El Chipro reta al Valle a pelear ese día. Ya muy de noche vienen a recoger al Añuco, y todos lo despiden; el Añuco regala sus «daños» o canicas rojas al Palacitos. Todos se sienten conmovidos. Al día siguiente se levantan muy temprano y deciden que no haya ya pelea entre el Chipro y Valle. Van todos a ver la retreta en la plaza. La banda militar la conforman reclutados que tocan instrumentos musicales de metal; el Palacitos estalla de alegría al reconocer en el grupo al joven Prudencio, de su pueblo natal. Ernesto se retira para buscar a Ántero y a Salvinia y Alcira. Encuentra a las dos chicas pero ve que un joven, que se identifica como hijo del comandante de la Guardia, invita a Salvinia a caminar, tomándola del brazo. Tras ellos va otro muchacho. De pronto aparece Ántero furioso, quien increpa a los dos jóvenes. Les dice que la chica es su enamorada. Se produce una gresca. Ernesto deja a Ántero con su lío y se dirige al barrio de Huanupata. Entra a una chichería donde se estaba un arpista, a quien todos admiran y llaman el papacha Oblitas. Al local ingresa luego un cantor, que había llegado a la ciudad acompañando a un kimichu (indio recaudador de limosnas para la Virgen); Ernesto recuerda haberlo visto, años atrás, en el pueblo de Aucará, durante una fiesta religiosa. Conversan ambos. El cantor dice llamarse Jesús Waranka Gabriel y relata su vida errante. Ernesto le invita un picante. Una moza empieza a cantar una canción en la que ridiculiza a los guardias, apodados «guayruros» (frijoles) por el color de su uniforme (rojo y negro). El arpista le sigue el ritmo. Un guardia civil que pasaba cerca escucha e ingresa al local, haciendo callar a todos. Se produce un tumulto y los guardias se llevan preso al arpista. Los demás se retiran. Ernesto se despide del cantor Jesús y regresa a la plaza. Ve al Palacitos, alegre y orgulloso, que no dejaba al Prudencio. También encuentra a Ántero, quien se había amistado con el joven con quien peleara poco antes. Se lo presenta: se llamaba Gerardo y era natural de Piura. El otro joven que le acompañaba era su hermano Pablo. Ernesto les estrecha las manos. Luego se despide y se encuentra con el Valle, paseando orondo con su ridículo k’ompo o corbata y escoltado por señoritas. Decide volver al colegio pero antes quiere visitar al papacha Oblitas, que estaba en la cárcel. El guardia de la entrada no lo deja ingresar; solo le informa que el arpista sería liberado pronto. Ernesto retorna entonces al colegio y se topa con Peluca, a quien encuentra muy angustiado pues ya no encontraba a la opa. La cocinera le cuenta a Ernesto que la opa se había subido a la torre que dominaba la plaza. Ernesto va a buscarla, y efectivamente, encuentra a la opa echada en lo alto de la torre, mirando sonriente y feliz a la gente de abajo. Llevaba aún el rebozo de doña Felipa. No queriendo turbar su breve rato de alegría, Ernesto la deja y sigilosamente baja de la torre y retorna al colegio.
·         XI.- LOS COLONOS
Los guardias que fueron en persecución de doña Felipa no logran capturarla. Poco después los militares se retiran de la ciudad y la Guardia Civil ocupa el cuartel. Ernesto no entiende a muchas señoritas de la ciudad, quienes se habían deslumbrado con los oficiales y lloraban su partida. Se decía que algunas habían sido deshonradas «voluntariamente» por algunos oficiales. En el colegio, Gerardo, el hijo del comandante se convierte en una especie de héroe. Supera a todos en diversas disciplinas deportivas. Solo al Romero no logra ganarle en salto. El Ántero se convierte en su amigo inseparable. Ernesto se enoja cuando ambos, Gerardo y Ántero, empiezan a hablar de las chicas como si fueran trofeos de conquista, jactándose que cada uno tenía ya dos enamoradas al mismo tiempo. En cuanto a Salvinia, Ántero ya la había dejado, por coquetear, según él, con Pablo, pero junto con Gerardo la tenían «cercada» y no dejaban que ningún chico se le acercara. Mientras que ambos tenían a su disposición todas las mujeres que quisieran, pues ellas se les entregaban. Ernesto se molesta y les dice que ambos son unos perros iguales al Lleras y al Peluca. Se alteran y en el calor de la discusión Ernesto insulta y patea a Gerardo; Antero los contiene. Aparece el Padre Augusto y ante él Ernesto trata de devolver a Antero su zumbadla, pero Antero no lo acepta pues se trataba de un regalo. El Padre les pide que resuelvan entre ellos su problema. Desde entonces Antero y Gerardo no volvieron a hablar con Ernesto. Éste entierra el zumbadla en el patio interior del colegio, sintiendo profundamente el cambio de Antero, a quien compara con una bestia repugnante. Por su parte Pablo, el hermano de Gerardo, se amista con el Valle, y junto con otros jóvenes forman el grupo de los más elegantes y cultos del colegio. Otro día Ernesto se encuentra con el Peluca, quien estaba preocupado porque la opa ya no aparecía. Decían que estaba enferma, con fiebre alta. Los alumnos comentan el rumor de que la peste de tifo causaba estragos en Nina bamba, la hacienda más pobre cercana a Abancay, y que podía llegar a la ciudad. A la mañana siguiente Ernesto se levanta con un presentimiento y va corriendo a la habitación de la opa: la encuentra ya agonizante y llena de piojos. Muy cerca la cocinera lloraba. El Padre Augusto ingresa de pronto y ordena severamente a Ernesto que se retire. El cuerpo de la opa es cubierto con una manta y sacado del colegio.

Cuarta obra (Los jefes y los cachorros)

Análisis literario
Los jefes y los cachorros
·         Titulo de la  obra: Los jefes y los cachorros
·         Autor: Mario Vargas Llosa.
·         Género: Literario
ü  Especie: Novela
·         Idea principal: Para mí la idea principal seria que nadie debe hacernos sentir mal y nosotros debemos de tener nuestra autoestima bien en alto.
·         Idea secundaria: Para mí la idea secundaria seria que las personas deben de quererse a sí mismos.
·         Personajes:
ü  Principales: Javier, Juan, Beatriz y Pedro
ü  Secundarios: El chuncho y los hermanos de Beatriz
·         Comentario: Mi comentario seria que todas las personas debemos de querernos a nosotros mismos y no debemos de dejarnos manipular por otras
·         Moraleja:
En este mundo todos debemos valernos por si solos.
·         Resumen:
-Los jefes:
  • I.- Aparecen los alumnos de secundaria del colegio protestando en el patio contra la decisión del director Ferrocino de no publicar los horarios de exámenes. El director sale y les increpa por lo que considera una vergüenza; señala además que está consciente de que el alboroto es promovido por un solo alumno (no se sabe si se refiere al narrador-protagonista o a Lu). Rayada sale al frente y pide cortésmente la reposición de los horarios; pero el director no da su brazo a torcer.
  • II.- En esta sección se explica la razón de la animadversión del protagonista con Lu: había sido desplazado por éste de su liderazgo de su banda (llamada “los coyotes”) tras un duelo a puño limpio. Pero ahora, ante una causa común, el protagonista acepta que Lu sea uno de los líderes de la protesta estudiantil, conjuntamente con él y su amigo Javier. Sin embargo, se da a entender que lo que en el fondo deseaba el protagonista era vengarse buscando la ocasión propicia para dejar mal parado a Lu. Sea como fuese, lo cierto es que convocan a los alumnos a replegarse al malecón. Allí los arengan Javier y el protagonista; luego proponen formar una comisión que debía entrevistarse con el director, mientras que el resto del alumnado debía esperar en la plaza Merino.
  • III.- El protagonista, Javier, Lu y Rayada integran la comisión que se entrevista con el director. Éste les vuelve a increpar su conducta, a la que califica de rebelión e insurrección. Los ánimos se caldean y Lu se atreve a responderle al director, quien ya enojado, expulsa de su oficina a todos. Los “jefes” retornan a la plaza Merino, donde estaba la concentración de alumnos. Continúan callados su camino por la avenida Sánchez Cerro, silenciosos; el resto de alumnos les siguen.
  • IV.- Incómodo ante tanto mutismo, Lu no se contiene y se dirige a los alumnos. Les cuenta cómo el director les humilló y se negó a reponer los horarios; lo acusa de abusivo e incluso de haber pegado anteriormente a un alumno, apellidado Arévalo. De pronto se escucha la voz del protagonista, quien califica de mentira la acusación de Lu, pero éste continua su discurso, azuzando a los alumnos a tomar una acción más drástica: una huelga. Nadie debía entrar al colegio hasta que se repusieran los horarios. El protagonista y Javier acuerdan apoyarlo.
  • V.- Decidida la huelga, los de cuarto y quinto de secundaria rodean el colegio; Lu y los “coyotes” custodian la puerta trasera. La consigna es no dejar entrar a ningún alumno. Sin embargo, una gran dificultad sería impedir el ingreso del alumnado de primaria. En efecto, ya pasado el mediodía, iniciado el segundo turno (antiguamente se estudiaba mañana y tarde) llegan en tropel los de primaria. Los “jefes” tratan de convencerlos para que se replieguen al río y se dediquen a jugar; muchos aceptan pero otros protestan, temerosos de ser expulsados. De todos modos se impone la voluntad de los mayores y los de primaria se repliegan. Los “jefes” se ven alentados por este triunfo inicial. Enseguida llegan los alumnos de media (primer a tercer año de secundaria), quienes dicen venir a apoyar la huelga, aunque van uniformados y con sus útiles, lo cual causa suspicacia. De todos modos, se reúnen todos y deciden marchar hacia el río; los de 5º van al frente, seguidos por los de media, aunque a paso cansino. Sin embargo, cuando se hallan ya cerca de la plaza Merino, alguien les avisa que en la puerta del colegio se estaba produciendo un lío. La muchedumbre se disgrega y se dirigen a ver lo que sucede. Ven a Lu, junto con los coyotes, armados de garrotes y tratando infructuosamente de contener a un tropel de alumnos de media que intentaban ingresar al colegio. Finalmente la puerta se abre e ingresan a la carrera los alumnos; la huelga culmina así, en fracaso. Lu culpa al resto de los “jefes” por dejarlo solo en la puerta, con un puñado de coyotes; intenta agredir al protagonista y lo reta a otro duelo. Pero los demás los calman, y Lu y el protagonista terminan dándose la mano.
-Los cachorros:
Nos narra la tragedia del alumno Cuellar del colegio miraflorino “Champagne”. El autor nos describe como era Cuellar: era chaconcito (pero no sobón): la primera semana salió quinto y la siguiente tercero y después siempre primero, hasta que se produjo ese fatal accidente. Es a partir de allí que empezó a flojear y a sacarse malas notas.

Un día después del entrenamiento de fútbol, se fueron a bañar como de costumbre: Lalo, Cuellar, Choto, Chingolo Y Mañuco. El perro danés Judas, entró al baño, todos escaparon por la ventana, pero menos Cuellar. Judas le dió un mordisco en el órgano genital de Cuellar, castrándolo.

Este accidente en la vida de Cuellar va a cambiar la conducta del aplicado alumno. Sus padres aceptaban todos sus caprichos, los profesores lo aprobaban a pesar de su bajo rendimiento. Se vuelve sumamente agresivo con sus amigos y no permite que le llamen “pichulita Cuellar”.

Cuando Cuellar llego a la etapa de la adolescencia, su conducta era insoportable. Sus amigos empezaron a tener enamoradas, pero Cuellar no logró tener enamorada sumiéndose en la soledad y en la violencia, como resultado de su impotencia.

Un día Cuellar conoció a Teresita Arrarte y se enamoró perdidamente y se volvió nuevamente sociable y su vida cambió en forma positiva. Para su desgracia, teresita se enamoró de otro y Cuellar al enterarse de esto, casi se volvió loco y volvió a caer en su depresión que lo iba consumiendo poco a poco. Sus amigos habían cambiado mucho en sus vidas.

Cuando Chingolo regresó de estados unidos casado con una gringa y con dos hijos, Cuellar ya se había ido a la montaña. En realidad a sus amigos la vida les sonrió; en cambio, Cuellar tuvo un triste final, se mató en su automóvil en las curvas del Pasamayo.
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Tercera obra(La ciudad y los perros)

Análisis literario
La ciudad  y los perros
·         Titulo de la  obra: la ciudad y los perros
·         Autor: Mario Vargas Llosa 
·         Género: Literario
ü  Especie: Novela
·         Idea principal: Para mí la idea principal seria que nadie debe rendirse hasta no haber luchado lo suficientemente para rendirse, porque en esta vida lo último que se pierde es la esperanza.
·         Idea secundaria: Para mí la idea secundaria seria que todas las personas debemos de ser alguien en la vida.
·         Personajes:
ü  Principales: Jaguar , mañaco, Pérez , Javier
ü  Secundarios: Cuellar y Mañaco
·         Comentario: Mi comentario seria que todas las personas debemos de tener en cuenta que somos iguales y debemos de tener nuestro autoestima alta.
·         Moraleja:
En este mundo todos debemos de tener nuestro autoestima alto.
·         Resumen:
Comienza con el robo de un examen de química el cual va a ser tomado días después, este es extraído por el cadete Cava, alumno venido de la sierra quien es vigoroso y osado. Este fue ordenado por el círculo, agrupación que impone el lema y desorden entre los internos del Colegio Militar Leoncio Prado y del cual es líder.
Se llega a descubrir este delito porque
 Cava deja un vidrio roto al cometer su fechoría, entonces las autoridades del plantel toman cartas en el asunto consignado a toda la sección en todos estos sucesos, resultando afectados injustamente culpables y no culpables y entre ellos un muchacho (Ricardo Arana) el cual es conocido como el esclavo y quien denuncia Cava el cual es degradado y expulsado por las autoridades del plantel.
El Colegio Militar Leoncio Prado, como parte de entrenamiento de sus cadetes realiza maniobras, en estas prácticas militares Ricardo Arana recibe un balazo en la cabeza causándole la muerte. Ahora todos desconfían del Jaguar puesto que Arana fue el autor indirecto de la expulsión de Cava y se piensa que fue una venganza llevada a cabo en un a situación propicia debido a la confusión reinante en estas actividades. Al saber esto las autoridades del colegio se estremecerán pensando en las perjudiciales consecuencias del escándalo. Establecen como versión oficial que la muerte de Ricardo Arana fue accidental. Entre todos los internos hay uno llamado Alberto “el poeta”, quien es hipócrita y se desenvuelve como amigo del esclavo; este en un momento rompe con los pactos que los une con el círculo y a la vez culpa del crimen al jaguar ante el teniente gamboa, el cual es conocido por ser n hombre disciplinado y recto.
A la larga todos se ven envuelto s en actos de silencio, por lo tanto, el caso se da por cerrado y la investigación no se reabre. A Alberto se le impide seguir adelante con sus investigaciones y ni el teniente gamboa puede hacer nada, incluso este es ascendido olvidando así el apoyo inicial que le dio al poeta. As autoridades del plantel para callar al poeta lo amenazan con mostrar a sus padres las novelitas
La obra está ambientada en el Colegio Militar Leoncio Prado, donde adolescentes y jóvenes internos reciben formación escolar secundaria bajo una severa disciplina militar. Se narran las diferentes historias de unos muchachos que descubren y aprenden a convivir con una forma de vida alienante que no les permite desarrollarse como personas, y donde se les somete y humilla. No obstante, a través de este sistema, algunos encuentran la fortaleza necesaria para asumir sus retos.
Vargas Llosa critica la forma de vida y cultura castrenses, donde se potencian valores determinados (agresividad, valentía, hombría, sexualidad, etc.) que mutilan el desarrollo personal de los muchachos de ese internado. Con gran profusión de personajes, las vidas de estos se van entrecruzando, hasta tejer el tapiz de la obra. El nudo del relato se concentra en torno al robo de las preguntas de un examen, que es delatado por un cadete apodado el Esclavo, quien luego muere, presumiblemente a manos de otro cadete apodado El Jaguar. Otro cadete, el Poeta, tratará infructuosamente de denunciar al Jaguar. Todo ello enfrentará a los cadetes entre sí, y a todos ellos con las autoridades del colegio, que son a la vez oficiales del ejército. El epílogo de la novela certifica lo que ha sido el colegio para los protagonistas: una estación de paso que los ha formado o deformado, para integrarlos a la sociedad civil.

Segunda obra (Peguntale a Alicia)

Análisis literario
Pregúntale a Alicia
·         Titulo de la  obra: Pregúntale a Alicia  
·         Autor: Anónimo
·         Género: Literario
ü  Especie: Novela
·         Idea principal: Para mí la idea principal seria que todos debemos de obedecer a nuestros padres, para que no nos perdamos en el camino y ser grandes personas.
·         Idea secundaria: Para mí la idea secundaria seria que los jóvenes de ahora no debemos de caer en la tentación de las drogas.
·         Personajes:
ü  Principales: Alicia y Chris
ü  Secundarios: La camarera,  Las reclusas y la gringa
·         Comentario: Mi comentario seria que todas las personas debemos de luchar hasta el final y no rendirnos nunca.
·         Moraleja:
En este mundo todos debemos luchar por ser grandes personas en lo económico y en lo personal.
·         Resumen:
     es una novela literaria que trata de una joven, Christine Parker de catorce años, quien llega a un reformatorio para menores de edad. Al principio es un lugar incomodo porque sufre muchas humillaciones. Sus padres pensaron que estar allí era la mejor solución para Chris. Al cabo del tiempo su personalidad se ve transformada pero no como sus padres esperaban.
Chris no entiende porque sus padres o su hermano Tom no la recogen del reformatorio después de haber escapado de casa. Al llegar a aquel lugar, Lasko laceadora la obliga a quitarse toda su ropa, a ducharse y luego la examina dentro de sus genitales explicándole que algunas llegan con droga escondida en aque llugar. Para Chris fue muy incomodo, nadie la había tocado de ese modo.
Conoce allí a sus compañeras Josie y Ria, con quienes trata de establecer unarelación de amistad. La más aterradora es una apodada Moco, la más ruda detodas y además lesbiana, siempre acompañada de Crash. Desde el primer día quellegó Chris, Moco la amenaza y la intimida. Denny la consideraban algo así comoesquizofrénica. Janet era calmada pero había tratado de suicidarse al cortarse susvenas.
Denny le habla a Chirs de un tal Jhonny, a quien le gustan las recién ingresadas.Chris no comprende bien quien es aquel personaje, hasta que una noche,mientras se duchaba, aparecieron Moco, Jax y Denny con un madero azul,diciendo que aquel objeto era Jhonny y la violaron, siendo Chris virgen. Ese fue elmomento que más marcó en la vida de Chris y el más doloroso.
Bárbara era la profesora y notó que Chris era la más aplicada e inteligente.También notó que a Chris le había pasado algo, porque a pesar de ser ella muycalmada, su introversión y sufrimiento eran más notables.
Un día en clase con la profesora Bárbara, Chris sale de clase diciendo que noaguantaba estar más allí, corre hasta llegar a una valla, la escala, se corta susmanos con el alambre de púas tratando de escapar del reformatorio pero suintento fue fallido.
Tras aquel incidente, es encerrada por unos días en un cuarto incomunicado,esto con el fin de que reflexionara sobre lo que había hecho. El cuarto solo teníaun colchón incomodo y un retrete en muy malas condiciones. Bárbara trata deayudarla. Chris ve alguna esperanza en ella y le ruega que la deje salir de aquellugar, que lo único malo que hizo para estar allí fue escapar de casa.
Bárbara y el personal se reúnen para hablar de la situación de Chris. La dejanregresar a casa con la condición que en los primeros cuatro días no escaparía, delo contrario volvería al reformatorio. Chris acepta la condición.
Su padre la recoge, llega a casa y encuentra a su madre. Su papá se caracterizópor ser muy autoritario, las golpeaba a ambas. Su madre además era unaalcohólica y siempre había entre ellos peleas y discusiones. Vuelve otra vez esetipo de peleas y Chris vuelve a escapar. Al otro día encuentra a su hermano, lepropone que la deje vivir con él, que le ayuda a cuidar sus hijos, que consiguetrabajo, pero su hermano rechaza el acuerdo porque tenía esposa y familia. Esasí como Chris, no habiendo cumplido su periodo de prueba, vuelve de nuevo alreformatorio.
Después de su regreso y con el transcurrir del tiempo, Chris va acostumbrándoseal reformatorio y participa en todas las actividades. Janet está esperando un hijo,todas se reúnen y le dan regalos para el bebe.
Un día mientras almorzaban, Janet y Chris tienen una pelea con Moco,arrojándose comida entre ellas. Son encerradas en el cuarto incomunicadoincluyendo Janeth a pesar de estar embarazada. Durante el encierro, la saludde Janet se complica y es llevada al hospital, donde tiene un aborto. Todas suscompañeras asisten al funeral y la acompañan en el duelo.
Chris ahora tiene una personalidad ruda como las de sus compañeras, no era lamisma niña inocente y honesta como se había caracterizado sus primeros días deingresada al reformatorio o “pesebre”, como lo apodaban.
Cierto día Chris tiene una discusión con Lasko porque no le da el shampoo. Todasaprovechan la situación y atacan a la celadora con golpes e insultos. Chris sereúne con el personal y miente al decir que recibió una bofetada por parte deLasko. Bárbara escucha y una tristeza se apodera de la maestra al ver que lainocencia de Chris había desvanecido. Bárbara se resigna y ve toda esperanzaperdida, pues su propósito había sido ayudarla y ahora la ve en su nuevo papelde jefe de grupo, de un grupo disfuncional
Alicia Póliza es una chica brasileña, nació en 1971 y…tiene SIDA.
Cuando tenía 15 años, fue a un viaje en crucero con su padre y su hermana, ahí conoció a un tipo 10 años mayor que ella y se enamoró de él.
Empezaron a salir unos meses, al principio su relación era buena y luego apareció el tema del sexo. Valeria, siendo su primera vez, lo piensa, pero por miedo a perderlo, accede. Tienen “relaciones sexuales”, pero no fue lo que Valeria esperaba.
El muchacho la empieza a tratar mal, la insulta y le pega, ella no sabía qué hacer, pero después su familia se entera y Valeria acaba con su sufrimiento.
Tiempo después Valeria termina su colegio.
Entonces, comienza a sentir unas molestias en su estómago, decide ir al doctor, quién le pide que se realice una endoscopia, concluye que tiene candidiasis en el esófago y le pide más pruebas.
Pasados los días el doctor le diagnostica VIH/SIDA y que eso que tenía en el esófago era común en los pacientes con la enfermedad, pues su inmunidad bajaba.
Sólo sus padres y pocos familiares cercanos sabían que ella tenía el virus, no le dice a nadie más por pena.
Viajó a Estados Unidos de América con sus tíos, a pasar una temporada; ahí se hizo más análisis y lo mismo: si tenía SIDA.
Regresó a Brasil, hizo otra prueba para entrar a la Universidad y sí se quedó.
Ella acudió a terapia con una psicóloga y era el único lugar en el que podía hablar abiertamente de SIDA, donde se sentía apoyada por su terapeuta.
Valeria tenía muchísima información acerca de su enfermedad, pero todo era igual: formas de contagio, análisis, estadísticas, investigaciones, etc.
Un día asistió a una conferencia sobre el SIDA que estaba haciendo un estudio en el área de Biología, pero la decepcionó bastante pues el profesor que la estaba dando sólo hacía bromas sarcásticas y se reía, no tomaba muy en cuenta lo que realmente debían de estar pasando las personas contagiadas con el virus.